Disfruta de tu estancia en un edificio con una historia auténtica

Un lugar con
Historia

Armando Lizandara
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Amando

Lizandara

En 1918 Amando Lizandara Hernández funda la fábrica de juegos de dominó “A. Lizandara Hernández” en la avenida de los Aliados, hoy conocida como avenida del Puerto. Primero lo hizo con un socio, y, posteriormente, ya comenzó su actividad en solitario. La fábrica cerró en 1971.

Familia Lizandara
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Tres generaciones

Cuidaron de esta fábrica

Durante casi un siglo tres generaciones hicieron de la creación artesanal de dominós su modo de vida. Primero Amando Lizandara Hernández, luego su viuda, y posteriormente, su hija María con su familia. Resulta curiosa la anécdota de que la noche de la gran riada de 1957, que asoló la ciudad de Valencia, los encargados de guardar las compuertas fueron a comprar un dominó a la fábrica para no dormirse en una noche que ya se preveía muy agitada.

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Hasta 9 modelos distintos

Según su calidad

Los dominós se realizaban con celuloide que traían de Alemania, aunque también se hacían algunos con madera de haya, que eran los más baratos. Había hasta nueve modelos distintos y todos tenían su nombre: Cervantes, Sultana, Chamelo Especial, Imperial o Juguete

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Fabricación Artesanal

Del proceso de producción

El proceso de fabricación era muy artesanal y se realizaba toda la fase en el mismo edificio: desde la creación de la pasta para la confección de las fichas hasta la construcción de la caja de madera donde se metían las 28 fichas del juego. También ofrecían un servicio de reparaciones de piezas. Las cajas se envolvían en papel y se sellaban con una pegatina con el emblema de la fábrica, lo que hoy conocemos como un logotipo moderno. En algunos casos estas cajas se podían personalizar con los nombres de la familia o el escudo del apellido realizado en pan de oro.

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Exportación

A Países como Venezuela, Guinea Ecuatorial, Estados Unidos o Puerto Rico

Los dominós se vendían directamente en la fábrica a particulares y a responsables de casinos de Valencia y alrededores. La familia contaba también con un comercial en Barcelona, y, además, durante mucho tiempo, el juego se exportó a Venezuela, Estados Unidos, Puerto Rico o a la isla de Fernando de Poo, antigua colonia española, hoy conocida como Bioko en Guinea Ecuatorial.